Tuesday, December 5, 2023

SOLITARIO TRISTE FUTURO




SOLITARIO TRISTE FUTURO


No debo hablar de mí
Ni de mis dolencias insignificantes.
A nadie les importa,
Ni a mi madre ni a mi padre
Ni a los hijos huérfanos,
esta circunstancia absurda

Ya no estoy en el mundo
Me ha abandonado
El tiempo va cambiando
Y no es para mejor

El vecino ya no piensa en nosotros
Se ovilla en él mismo.
Si se cae la luna, la patea
Ya aparecerá, dice
O no le importa la luz común.

Veo cada mañana la calle vacía
Voy solo a hacer las compras
Dónde está la gente?
Dónde la comunión?
El rozarse, el decirse buen día?

Ras!!!
Ya nada!!!
Todo solo y sin hombres,
sin mujeres, sin niñas,
sin ese niño que fui no vería esto

Sin haber vivido la comunión de las ferias
No me daría cuenta
Sin haber pasado por kermeses,
Bailes populares, corsos y comparsas
No sabría de esto

La calle ausente, la esquina quieta
Da esa penumbra, esa boca de lobo
El solitario y triste futuro


Alejandro Gil
5dic2023

Sunday, November 12, 2023

EL DURMIENTE




EL DURMIENTE


Ya es el sueño el raconto de una vida que no está
Crea la que viene

Sin dudar, digo que no me extraña.
Vivo cada vez que duermo
el pasado, el futuro
mas es presente y vivo más

Es un tibio instante.
Turbio también puede ser.
Eso no importa, son detalles,
circunstancias de la vida

Miro ahí una película
Una heroica o común
Una sutil y propia
Una en colores o en blanco y negro,

Y digo, el sueño es soñar y soñar,
en el medio
la vida que vuelve y va.

Ahí, siempre estamos.


Alejandro Gil
12 de noviembre 2023



Friday, November 3, 2023

EL MONO ABSURDO




 EL MONO ABSURDO



Cuando te das cuenta
Que el mono absurdo
Se da vuelta,
No sabes si es el espejo
El que gira en tu cabeza.

Sabes, sin quererlo,
Que todo todo cae y decreta.
Lo que vives es así,
Una pésima trastienda.

En la otra esquina,
Feo se dibuja
El abismo

Estarse en pie
Bajo un eje sano,
Es lo sabio para no caer al barranco

Solo el que mira al otro
Se salvará


Alejandro Gil
29 de octubre 2023

Saturday, October 7, 2023

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Alejandro Gil

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Friday, September 22, 2023

HABLANDO CLARO




HABLANDO CLARO


Hablando claro

Sipi dipigopo quepe tepe quiepieropo
Espe porpoquepe lopo sienpientopo
Depe opotrapra forpormapa, nopo seperíapa tanpan claplaropo!!!


Alejandro Gil
22 de septiembre 2023

Tuesday, September 19, 2023

CADA TRES DÍAS




CADA TRES DÍAS


Cada tres días vengo aquí
A verte reír, a verte reír

Paso las tardes mirándote
Viéndote volar
Viéndote volar

Por el cielo azul, pasas

Me llueves, me llueves
Y yo
Resistiendo aquí

Porque es el amor
Tu amor
El que me salva

Es tu amor, tu amor
El que me cubre

Pasas
Pasas
Y aquí estoy
debajo de tí

Debajo de tí
Viviendo

Viviendo sobre tí

Sobre tí
Flotando

Cada tres días
Estoy aquí
Y no me ausento

Mi amor,
No me ausento


Alejandro Gil
19 de septiembre 2023

Sunday, September 17, 2023

HIPERREALISMO




HIPERREALISMO


dibujo lo que veo, cada trazo, cada rayo
escribo lo que veo, cada acción, cada escena
toco lo que escucho, cada sonido, cada pulso

no imito
trazo, silvo, describo

todo parece real
lo que creo, lo que musicalizo, lo que cuento

pero no es real

les miento

actúo



sepan
entenderlo



Alejandro Gil
17 de septiembre 2023

Thursday, September 14, 2023

MI CBU EN ESTE TIEMPO


 MI CBU EN ESTE TIEMPO


Mi CBU en este tiempo
es un código de esperanza
no acerca lo más mínimo
tan lejos está mi ganancia

no me llena la panza, ni la subsistencia
sólo me dice, me enseña
estoy trabajando

me entretengo a diario
me titula como útil
no sabría qué hacer
con tanto tiempo de sobra

así de sombría es la vida
el paso terrenal
dar sueños e ilusiones
a los que quieren mirarse
plasmando sus historias
recordando y creando
sus memorias íntimas,
la existencia se ve que se va

recuerdo, animoso
y lo vivo así
quiero tus ojos mirando al cielo azul
indefectiblemente, nos acompañamos


Alejandro Gil
14 de septiembre 2023

Saturday, September 2, 2023

LOS ERRORES DEL POETA




LOS ERRORES DEL POETA


Uno, cuando escribe, comete errores
Errores como escribir sobre poesía
Escribirle al género
Al género literario

Uno, como poesía, debería escribir al humano
No a la herramienta
No a la materia
No a eso tan abstracto

A quién le importa el juego de la Palabra?
A nadie!
Yo quiero sentir, sentirte poeta!!!
Fuera de tu oficio!
Haceme vivir esas emociones
que las reconozco, y no sé expresarlas

Quiero vivir mi mudismo
que cuando te lea, me viva,
me reviva
y diga: soy yo!

Haceme parte de la vida, poeta
Decime lo que no quiero escuchar!

Hasta tu silencio me sirve
me hace íntegro
Me hace o deshace
Y quizá nada me importe de lo dicho

Pero aquí estoy, esperándote
Esperándome

Acabo de cometer un error,
no me disculpen


Alejandro Gil
2 de setiembre de 2023

Saturday, August 19, 2023

Poema de Lulú



Poema de Lulú, transcrito por mí en un ejemplar del libro Las Últimas Babas del Dragón, publicado en 1996. Seguramente la Lulú me lo dijo unos años después... tendría unos años 😊

POEMA DE LULÚ

los mosquitos
pican
y el perro
los comió
Y nunca volvieron

porque
estaban
en la boca
del perro


(Circa 1999, Tucumán)


Saturday, August 12, 2023

FUIMOS




FUIMOS


Fuimos lejanos por un largo tiempo
No nos conocíamos desde la escala presente

Nos veíamos, nos miramos alguna vez quizá

No nos sentíamos cercanos

Pasaron años, siglos, ausencias
Cielos azules
Nubes blancas
Nubarrones

Fiestas Indescifrables
Vigilias suaves

Y, luego de tanta marea,
nos encontramos

Vos me contaste de qué estabas hecha
Echada en el lecho de los días

Yo hice lo propio

Fuimos, por un tiempo,
el mar-amor

Aún sigo preguntándome
quién eres, amor

Habitas en mí, amor?

Sigo cultivando plantitas
Sigo escrudiñando si existes
Sigo


Alejandro Gil
12 de agosto 2023

Thursday, August 3, 2023

PORTERO




PORTERO


si atraviesas esta puerta,
te estaré observando

tendrás mi visto bueno
si me miras a los ojos

si niegas tus pardos ojos
deberás irte,
no pasarás.

nadie accede
a un lugar ajeno
a una comunión lejana,
yerma


Alejandro Gil
3 de agosto 2023

Sunday, July 30, 2023

QUIÉN SABE




QUIÉN SABE


parados, en la misma rama,
vemos el futuro

detrás, follage
delante, brumas grises
y destellos azules de un cielo, quizá naranja,
que tal vez baje a nuestro andar

no lo sabremos hasta que probemos
interrogarnos

somos un par de pares de ojos
inciertos


Alejandro Gil
30 de julio 2023

Monday, July 24, 2023

LA LUZ CÁLIDA

 


LA LUZ CÁLIDA


y aquí, envuelto en la luz cálida,
siento mejor
me abrazan los rayos ocres
se pegan a mi piel, a mi ropa
a las paredes y los estantes

bola adorable de casi fuego,
su resplandor

mis retinas descanzan de la fría luz blanca
aquella que cuando niño me encandilaba al mirar las vidrieras del centro
escaparates que creaban deseos innecesarios,
cosas de niño

uno soñaba con esas prendas nuevas,
buscaba, sin conciencia, calmar la angustia,
era lo anhelado,
eso que tapara el vacío

habíamos descubierto la insatisfacción,
la queríamos anular con ropas nuevas

con el tiempo, descubrimos que por allí no era

nos fuimos vistiendo con harapos
harapos devenidos de nuestras propias prendas que convivieron, por años, con nuestro cuerpo

Harapos, afectos, esos que uno se cuelga
para estar bien

no los elegimos, vienen solos
están, solo están

los humos de los fantasmas, danzan
sus cuerpos danzan
sus sueños, lo que venimos siendo,
danzan
y en el estar cálido, continuamos

la música envuelve
no crea paredes
no hace rejas
no impone límites

con luz cálida
todo cambia
mas no nos cambia
nos reafirma


Alejandro Gil
24 de julio 2023

Friday, July 14, 2023

ME HACÉS TANTO BIEN




ME HACÉS TANTO BIEN


Ya no puedo ni verte, me hacés tanto bien
Prefiero hacer mi vida, me hacés tanto bien
Las plantas, mi jardín,
el perro mío, mi casa,
mi cama,
me hacés tanto bien

La oficina y mis disgustos,
me hacés tanto bien

Mi mama, mi papa, me hacés tanto bien
Mis círculos, me hacés tanto bien
Las compras, mi diario
me hacés tanto bien

Y aquí solo,
me hacés tanto bien


Alejandro Gil
14 de julio 2023

Wednesday, July 12, 2023

VERA EL HUMITO




VERA EL HUMITO


Vera el humito, palo santo!
Vera cómo aromatiza, vera!
Dura poco!
Dicen que sana!
Mas yo lo prendo, veo su llama

El mundo sigue igual, vera
Pero lo enciendo lo mismo, vera a saber

Quizá ocurra un quizá, vera a saber

Se apaga,
vera a saber

Seguiré intentando, vera a saber

Respiro, sí, respiro
eso es verdad

Vera, verá


Alejandro Gil
12 de julio 2023




Monday, July 10, 2023

YO NO SOY EL CANTANTE




YO NO SOY EL CANTANTE


Yo no soy cantante
No tengo la rima
Soy el que abandona, y se va

Se va de tono
Altisonante,
Soy, el que se va

He vivido cifras
Indescifrables
Indefectiblemente, disonantes

No tengo consuelo
Busco entre truenos
Aquellos silencios, aquellos murmullos

Que digan a dónde
A dónde te busco
Que te quiero y respiro, profundo

Yo no soy cantante
No soy el cantante
Callado por siempre te invoco

Ya me voy


Alejandro Gil
10 de julio 2023




Sunday, July 9, 2023

Del libro SOBRE - POESÍA DE LA CALLE

 



📯Del libro SOBRE - POESÍA DE LA CALLE

Alejandro Gil
(1990, Reedición 2011)

I

hay país dolorido
en cada esquina y calle y cielo
hay un mapa que se muere de tristeza
y agoniza entre las manos
y un pecho oprimido
y una voz que no sale
una voz que quiere gritar
que quiere gritar
que quiere gritar
pero canta, canta
con los ojos ojerosos y llenos de lágrimas

hay un puñado de angustias en la garganta
hay un mar de olas grises
que nace en los pies y recorre todo el cuerpo
hay un rumor de sollozos
en las ciudades y en el campo
que envuelve, envuelve
y nos rodea
nos atrapa
nos desdibuja
y nos borra la sonrisa tranquila
de poder amar en los jardines

hay tantas cosas que se mueren
tantas flores, tantos labios
tanta impotencia
tanto silencio, tanto desierto…



II

somos
que no somos
y estamos
como muertos
como idos
y vamos:
callados
como mudos
angustiados
qué tristeza
la tristeza
de la carne
qué noche
la noche oscura
del alma
qué rígidos
de mármol
nuestros rostros
qué roja
nuestra sangre
consumida
somos
como somos
y lloramos
hay un país que nos duele
y luchamos


Alejandro Gil

Saturday, July 8, 2023

CADA VEZ QUE COCINO BRÓCOLI




CADA VEZ QUE COCINO BRÓCOLI


Cada vez que cocino brócoli
el aire se aroma
y a nada me recuerda

Y no hace falta,
para qué serviría?

Si cocinara un guiso de lentejas, un locro,
me iría hacia aquel lugar donde ya no pertenezco

Me iría a mi patria, a mi matria,
pero ya no está

Ya no estoy ahí.
Soy un nuevo país.

Me constituí.
Soy brócoli, verde flor
que hierve

Estoy en mi eje.
Fuera de la tradición.
Y es mentira.

Soy poroto, maíz,
cuerito de chancho,
chorizo colorado,
carne,
pimentón rojo,
zapallo

Y la cebolla de verdeo y el aceite y el ají

Soy
lo que comí


Alejandro Gil
8 de julio 2023

Thursday, July 6, 2023

CADA POESÍA QUE ESCRIBO



 CADA POESÍA QUE ESCRIBO


cada una de ellas,
cada poesía
es parte de un todo

una novela, diría
tiene tantos personajes como días tiene la vida

yo, no aparezco
aunque sé que hay virutas de mí
en cada uno

laten, a cada instante, laten las historias,
son partes y descartes de algo

con mis dedos puedo dibujar un círculo en el aire
allí se concentran las acciones

con el índice, provoco una fuga,
se va a cualquier parte,
allí hay quiebre, una síncopa

en cada frase puede ocurrir eso

sumo, inconsciente, cada capítulo
no es mi intención,
sucede

esta novela es una construcción continua


Alejandro Gil
6 de julio 2023

Wednesday, July 5, 2023

SIEMPRE QUE VUELVO




SIEMPRE QUE VUELVO


Siempre que vuelvo,
ya me olvidé a dónde,
vuelvo...

Ésta, mi memoria, me está jugando una mala
ya no recuerdo qué es lo que estaba por decir,
me pierdo.

Y, desde aquí, van a surgir nuevas ideas.

Ya no me importan las frases previamente pensadas.

Soy esto que sucede.

Me acabo y consumo en este ya.

¿Acaso la vida tiene otro ritmo?

¡Díganme lo que estaban pensando al comenzar a leer esto!

Si lo saben, ¡albricias!

Yo me quedo aquí,
en silencio


Alejandro Gil
5 de julio 2023

Tuesday, July 4, 2023

NO ME ESTOY BANCANDO TANTA MUERTE




NO ME ESTOY BANCANDO TANTA MUERTE


no me estoy bancando tanta muerte
ni las naturales, las esperadas;
ni las que de repente aparecen,
las llegadas sin ser previsibles.
no me estoy bancando la muerte

ni las de las guerras
ni las que son secuelas de aquellos años fúnebres de la pandemia

no me banco la muerte
ni la que espero, la que me tocará

no me quiero imaginar, aunque sueñe,
el fin del mundo

no puedo con eso

hay nubes y neblinas alrededor
la nave sigue

miro al poniente
y la veo
veo el naciente
y está allí

tapo mi cuerpo,
me acurruco

mas no se va,
ataca desde varios frentes

solo me queda
esperar


Alejandro Gil
4 de julio 2023

Saturday, July 1, 2023

BOCA CHUECA





BOCA CHUECA


Boca chueca, solo boca chueca
Creías que amabas y solo te mentías
Creías que amabas y solo te reías
Era real, era real... ésa... tu sonrisa...

Ahora estás seria, ahora estás seria...
Así te decían...

Eran tus ojos la melodía
Del día que avanza
Y la noche fría
Pero aquí... ahora... estamos sentados...
Aquí en el medio... de la venida...

Boca chueca, solo boca chueca
Creías que amabas y solo te mentías
Creías que amabas y solo te reías
Era real, era real... ésa... tu sonrisa...

Y entonces... sucedió...

Somos esto que nos está pasando...
Es real... es real... esta tu sonrisa...

Boca chueca, solo boca chueca
Creías que amabas y solo te mentías
Creías que amabas y solo te reías
Era real, era real... ésa tu sonrisa...


Alejandro Gil
30 de junio 2023






Thursday, June 22, 2023

POBRE RICARDO




POBRE RICARDO


Una lástima
cuánto desasosiego,
él se mira en el espejo

Ve su vida,
la ve al revés,
su mano izquierda, está a la derecha

No lo puede creer,
se contradice,
se ve raro

Se dice, se ve:
yo soy éste

El espejo le miente
se cree lo que no es

"¡Pero si yo soy ése!",
exclama

Y, en su propio engaño,
se condena

Su reflejo, en el charco de la calle,
lo hunde



ALEJANDRO GIL
22 de junio 2023

Wednesday, June 21, 2023

BARCO




BARCO


Barco quieto y andante
aquí está tu muelle
allá tu mar madera

Remar entre la niebla.
Remar.
Quién sabe dónde vamos?

Yo sé! Dice aquel
Yo sé! Dice quien sabe

Y no sabe.
En su pecho, un ancla herrumbrada,
Lo deposita en el fondo del mar

Barco quieto, no dejes de navegar


Alejandro Gil
21 de junio 2023





Sunday, June 18, 2023

“El príncipe de los enanos” Obra de teatro para cumpleaños del Mateo

 


“El príncipe de los enanos”

Obra de teatro para cumpleaños del Mateo

 

Personajes.

Narrador -1

Narrador -2

Hada Roja

Duende Negro

 

Narrador -1. Hola, hola, hola a todos los niños...

Narrador -2. Hola, hola a todos los que ya no son tan niños...

Narrador -1. Y a los que ya no se acuerdan que una vez fueron niños. (Le susurra un narrador  al otro, éste le responde con un codazo y un gesto de silencio).

Narrador -2. Bueno, bueno, ahora vamos a las presentaciones. Él es el narrador número uno y yo soy el narrador número dos.

Narrador -1. ¡Nada original! El guionista se pudo esforzar un poquito más ¡y nos pudo poner un nombre como la gente! ¡Se ve que el marote no le daba para más!

Narrador -2. Bueno, pero comencemos la historia, que para eso nos pagan. Porque nos van a pagar al final, ¿no? ¿Vas a contarla tú o la voy a contar yo?

Narrador -1. No, no, no. Voy a contarla yo que soy el que se la sabe completa.  Había una vez… en un reino de duendes lejano en el que todos se pasaban el día saltando…

Narrador –2. Pero… ¿Por qué siempre todos los cuentos empiezan con Había una vez? ¿No hay una manera más original de empezar a contar una historia?

Narrador –1. No, no, no… Es que todos los cuentos tienen que empezar con Había una vez. Si no hubiera existido el “Había una vez”, ¡no habría historia que contar! Eso está bien explicado en el libro de los hermanos Anderson... No me interrumpas que voy a perder el hilo de la historia. ¿Continúo o no continúo?

Narrador –2. Está bien, está bien, ¡cuente la historia!

Narrador –1. Había una vez en un reino lejano lleno de duendes saltarines, un duendecito al que llamaban el Príncipe de los Enanos…

Narrador –2. Pero la historia empezaba antes, ¿no?

Narrador –1. Bueno, sí… Remontémonos un año atrás cuando el Duende Negro conoció al Hada Roja. En una ocasión, en los bosques y praderas del país de los argentos vivía un hada roja que dividía su tiempo entre pasiones políticas y disquisiciones filosóficas.

Narrador –2. ¡Cómo, cómo, cómo! ¿Qué es eso de disquisiciones filosóficas?

Narrador –1. ¡Sí! … se pasaba el día entre el ser… el no ser… el quizá ser…  y el tal vez sea…

Narrador –2.  ¿Y eso para qué sirve?

Narrador –1. Mejor sigamos con la historia… ¿Dónde nos quedamos? Ah… En el hada que vivía en los bosques y praderas del país de los argentos. Bueno, pues un buen día apareció un huracán caribeño que traía enredado un duende cubano, todos creían que era un negro de 2,80 metros. Se equivocaron en lo primero y a decir verdad bastante en los segundo… pero el apodo quedó: “negro”, y en la historia lo vamos a conocer como el Duende Negro.

Narrador -2. Espera, espera, espera… ¿Cómo es eso de huracanes que traen negros? ¿Los huracanes no son cosas del Caribe?

Narrador -1. ¡Pero esto es una historia, tienes que ponerle imaginación! ¿Continúo? (el Narrador 2 hace un gesto afirmativo). Bueno, lo cierto es que en cuanto el Duende Negro vio al Hada Roja quedó prendado de su belleza y virtudes y, como tal, procedió al juego del galanteo, el piropeo, en fin: el chamuyo. El hada, enrojecida de ira, con hoz y martillo en cada mano, quería cortarle la cabeza y machucarle los dedos al Duende Negro. Decía que el duende era un gusano de Miami irreverente. La cosa se puso más candente porque el Hada Roja era de la familia de los Montescos y el Duende Negro era, nada más y nada menos, que de los Capuleto...

Narrador -2. No, no, no, ya tú estás inventando demasiado. Eso es la historia de Romeo y Julieta, ¡le estás robando el Best Seller a Shakespeare!

Narrador -1. Bueno, bueno, si quieres sacamos eso de la historia, lo dejamos en Gilescos y Fidelinos, ¿Te parece?… Entonces continúo.  El Negro se acostaba bien entrada la madrugada y  se despertaba  aún mas tarde,  veía mucha tele y hablaba a los alaridos. No se sabe si por una cosa o por otra. Lo cierto es los Gilescos querían linchar al duende, imaginamos que sería el fruto de la unión de todos los atributos antes mencionados. La suerte es que, para aliviar tensiones, una tarde, un viento primaveral, llevó bien lejos al Duende y al Hada. Esto trajo tranquilidad a los Gilescos, pero lo que no sabían era que Cupido aun les guardaba una de sus inesperadas saetas. El Negro logró domar uno de esos tan frecuentes huracanes, a los que ya estaba acostumbrado, y, cabalgando en uno de ellos, curiosamente de nombre Pandora, logró llegar a la ladera de un volcán de la tierra del inca en donde la brisa primaveral había depositado al Hada. Allí entre caricias, besos, abrazos y algún que otro cariñoso empujón o una leve patadita del Hada al pobre Duende, transcurrieron días de amor y cólera. El Hada era de bella figura con una cola prominente y una nariz escultural y el Duende era algo que no se podía creer, era alto (todos lo miran al narrador cuando hace un gesto para indicar la altura que luego se va corrigiendo con una disminución paulatina de la altura de la mano). Bueno, esos es un dato subjetivo. Lo que sí era, ea de cuerpo atlético y muy buen mozo (lo vuelven a mirar). En fin: era petiso y barrigón.

 

En este intervalo de tiempo entraron en la historia una rara pareja que luego tendrá un papel muy importante en la historia que sigue, una bella Hámster de cachetes prominentes de nombre Julieta y un desentonado flautista de Hamelín conocido por Jean Paúl, éste portaba un chichón que se enrojecía con el efecto del alcohol, el juglar dedicó toda su estancia a  martirizar a los vecinos con sus alaridos y sus desentonadas chacareras. Así transcurrieron los días hasta que otro soplar del viento los separó nuevamente. El Hada regresó con los Gilescos.  El Negro fue repatriado a la isla de los Fidelinos…

 

Narrador -2. Y entonces todos fueron felices… Comieron maíz y asaron perdices.

Narrador -1. Bueno, en el país de los Fidelinos, eso de los asados es medio difícil porque allí las vacas son sagradas.

Narrador -2. ¿Pero eso no es en la India, en donde las adoran como a dioses? 

Narrador -1. No, no, allí son sagradas porque son tan pocas que están en peligro de extinción, pero eso es otra historia. En donde si hubo muchos asados fue en lo de los Gilescos, pues esa gente es medio bastante carnívora. Además el Hada regresó medio rara, pues traía un hambre atroz. Dice que en el país de los volcanes y de los terremotos solo le daban papa y arroz chaufa, así que ella tenía que ponerse al día con el puchero…

Narrador -2. ¡Imaginen! El país cayó en la crisis agropecuaria por ese motivo. La crisis del campo le llamaban, hubo desabastecimiento, cortes de ruta, piquetes, crisis de gobernabilidad y todo por un Hada hambrienta...            

Narrador -1. ¿Puedo continuar?… Lo cierto es que la enrojecida  Hada estaba cambiada, lucía como más ancha, y no es para menos, pues no había regresado sola, traía un paquete y no precisamente bajo el brazo. Algunos pensaban que de tanto comer le había agarrado una deformante indigestión. Nuevamente el pobre Negro tuvo que enfrentarse a nuevos ciclones y tormentas tropicales hasta asirse bien de uno, de manera que logró desviarlo a estos parajes. Nuevamente tenemos a los Gilescos y un Fidelino en escena.

Es en medio de esta situación, sin aparente salida, que entra en escena la familia de la Hámster, novia del juglar desafinado y medio machao. Ellos vivían en una colina y fue allí en donde encontraron refugio el Negro y la Roja, el lugar era paradisíaco, aunque demasiado callado para el duende acostumbrado al ruido citadino y a la aturdidora compañía de la tele. Allí pasaron temporadas de frío que les permitieron conocerse mejor. Ella no se bañaba tanto como antes y él se mostraba como un chancho a la hora de comer. Pasó el tiempo y la panza crecía. Ya la gente sospechaba que no era una simple mala digestión, sino que era la madre de todas las indigestiones. Preocupados por los antecedentes de semejante adquisición, un buen día los Gilescos decidieron embarcarse en una misión de espionaje…

Narrador-2. Entonces por eso fue que explotó lo del escándalo de las escuchas con la policía porteña. De seguro contrataron a detectives y espías de bajo costo y por eso terminaron como terminaron.  

Narrador-1. Pues no, ellos dijeron que si uno quiere espiar bien, debe hacerlo uno mismo. Así que se embarcaron camino a la isla de los Negros escandalosos y allí fueron seducidos por el ritmo de la rumba y la voluptuosidad de la salsa. El que la pasó un poco mal fue el patriarca de los Gilescos, pues, aunque él se decía tucumano de pura sepa, acostumbrado a los calores de los jardines de la república, el pobre casi se derrite con el sol de los Castros, de allí regresaron hechos unos rumberos.   

No pasó mucho tiempo antes que pasaran, de vivir en una colina, a vivir en un cerrillo en el otro extremo del bosque. Allí construyeron su cuevita a la espera de que se definiera lo que traía el Hada en la panzota. Se hicieron todas las pruebas posibles, se descartó la posibilidad de una alergia severa al color Negro, también se desechó la posibilidad de que se hubiera tragado la hoz y el martillo, pues, de vez en cuando, la sacaba cuando las conversaciones ameritaban un poco de violencia revolucionaria.             

 

Narrador -2. Entonces podemos decir que de vez en cuando se armaba la gorda, de manera literal…. ¿no?   El Hada era de carácter un tanto irascible, eso le venía de una parte de la familia que no eran tan giles como se decía. Cuando se enojaba, hasta el propio Carlos Marx, con el Che Guevara incluido agarraban lo suyo, era una violencia bastante proletaria, por todos y para el bien de todos. 

Narrador -1. Sí, hay que reconocer que la criatura tenía su carácter. Pero sigamos con la historia. Todo lo que sube, tiene que bajar y todo lo que se hincha, se tiene que desinflar… Sí, así es y llegó el día que todos esperaban: el 1 de noviembre a las 7:40, entre gritos ofensivos que le pronosticaban una muerte dolorosa al padre y frases de consuelo maternal que pregonaban:  yo te lo dijeeeeeeeeeeee… Llegó el duendecito, Mateo Ismael Guerra Gil , más conocido como el Tudy o, en su versión aún más reducida, como el Tu…

Narrador -2. Mirá que los padres se matan para ponerle una combinación de nombres que convine con los apellidos para que luego, semejante esfuerzo, quede resumido en un “el Tudisito”, el Tudo o cualquier otra versión que comience con la palabra Tu.     

Narrador -1. ¿Me vas a dejar, por fin, terminar la historia? Con la llegada del duendecillo las cosas fueron mejorando en todos los aspectos, pero no todo fueron sonrisas, pues también vino el llanto ¡y de qué manera! Pues ese bebé chillaba como un marrano de camino al matadero. La llegada del bebé marcó el final de la era de los dulces sueños. Sobre todo para mamá Hada, que parecía santo que se le paso el día. Los dolores de espalda y en el resto del cuerpo eran tan marcados que le permitían, a ambos padres, día por día, hacer un inventario de cada uno de los huesos que componían sus maltrechos esqueletos. El hermoso bebé, por el día, era un amor y, en la noche, se transformaba en un hombre-lobo, o algo así, pues semejantes aullidos solo se comparaban con una bestia de esa envergadura.

Narrador-2. Dicen que el que sí estaba muy contento, con la fuerza y el metal de la voz del chiquillo, era el tío Marcos, pues argumentaba que, de seguro, tendrá un muy buen futuro en la opera, junto a Carrera, al Placidito o al difunto Pavarotti que también eran bien gritones cuando niños.     

Narrador-1. Si sigues con esos comentarios burlescos y maliciosos, no voy a poder terminar de contar la historia y no van a querer pagarnos. (Se lleva la mano a la boca y susurra al público): Éste en lo único que piensa es en la plata y por eso siempre lo amenazo con la posibilidad que no nos paguen, es la única forma que tengo para poder terminar de contarles el cuento.    

Narrador-2. Bueno, me cayó, pero bajo protesta, pues yo estoy por la libertad de expresión y las posiciones democrático-participativas. A fin de cuentas, yo también puedo contar la historia. ¿O acaso crees que eres el único sapo que sabe cantar en esta charca…? ¿Ustedes quieren que yo cuente la parte de los chismes que yo conozco?      

Narrador-1. Está bien, a ver qué sabes de esta historia que estamos contando...

Narrador-2. ¡Se, y bien que sé! Primeramente hay que contar que este duendecillo tenía una familia numerosa, pues los Gilescos, que eran de corte católico contentones, de esos que se pasaban el día cantando, se tomaron muy al pie de la letra eso del génesis de poblar la tierra. Pues parece que no sabían que existía la tele y en las noches se dedicaban a reproducirse como conejos. Eran cinco changuitos en total, la mayor era el Hada Roja, después le seguía una bola de pelos a la que nombraron Santiago que, en la niñez, no sabía definirse si era un chino con estrabismo o un mal trabajo de peluquería. Continuaba el orden cronológico una hermosísima Hada Bailarina. Luego le tocó el turno a otro negro (esto es para que vean que todas las familias tiene sus manchas), pues éste era un negro truchudo,  más conocido por berebere, se dedicaba a sacar de sus casillas a cuanto ser humano lo rodeaba, bastaba que lograra formular una pregunta para que salieran de sus amígdalas todos los porqués, los para, los cómo y los cuántos que había estado almacenando en sus breves periodos de silencio. Finalmente, el último de los retoños era el más cándido, amoroso y tierno de todos (breve pausa hace como si intentara leer). ¡Ah, no! Disculpen, me confundí de línea. ¡No! El último tenía un carácter de armas tomar. ¡Y eso que era el menor! Dicen que hoy estudia psicología para hacerlos sonar a todos juntos y así cobrarse de todas las que le hicieron los otros por ser el menor. Bueno, pero, pensándolo bien, no estaba tan incorrecto en lo de cándido y amoroso. De pequeño se dedicaba a lamer a los hermanos, al Negro para ser más específico.  

Narrador-1. Pero, a fin de cuentas, todo eso no son más que chismes e infundios de gente malintencionada.  

Narrador-2. Chisme sería si yo contara que al nacer el Spineteño, los abuelos tucumanos se quedaron sin palabras cuando se enfrentaron a la criatura. ¡Menos mal que el juego de sabanas combinaba con el color del cuarto! Pues de lo contrario habrían hecho el viaje solo para una experiencia traumática que les costaría largos años de terapia o e aún peo…

Narrador-1. ¡Basta, basta, embustes y enredos que no van a ningún lado! Está visto que voy a tener que continuar yo con la historia. A ver,  ¿en dónde nos quedamos? ¡Ah, sí! En el niño escandaloso. El duendecito crecía hermoso bajo la supervisión del Hada madre que ya no era tan roja. No se sabe si la despigmentación era a causa de la cesárea o era el resultado de tantas malas noches en el bosque de los cerrillos. Lo que sí era cierto, era que el Tudicito crecía bajo la más estricta supervisión, de la Internet. ¡Sí! No se asombren, hay quienes se hacen viciosos de los juegos digitales y otros del chat. ¡Ella no!, se convirtió en adicta a las tablas infantiles de crecimiento de la sociedad argentina de pediatría. Con suma ansiedad esperaba que saliera el último de los percentiles para comparar a su lumbrera con el resto de la humanidad. Todo terminó cuando el pediatra, con la más natural de las voces, y armado de un valor digno del rey Arturo y todos los caballeros de su redondeada mesa, le diagnosticó que el bebe era completamente normal: “eso mamá, su bebe no es ni más ni menos: es un niño perfectamente normal”, le dijo un día el muy temerario.                   

Narrador-2. Entonces ahí terminaron los sueños de tener un Einstein en la familia.

Narrador-1. Bueno, por lo menos por las vías naturales. Pero, por si o por no, ella ha comenzado un proceso intenso de lecturas nocturnas  para que comience su aprendizaje.

Narrador-2. ¡Pero eso está muy bien! ¡Hasta es algo muy recomendado por todos los pediatras!

Narrador-1. Sí, sobre todo si son cosas ligeritas como el “Manifiesto Comunista”, “El Capital” de Carlos Marx, las obras completas de Nietzsche o “Vigilar y Castigar” de Michael Foucault, su obra preferida. Por otra parte, el Duende Negro, acá entre los argentos, ha tenido que desarrollar nuevas habilidades: de artista internacional ha pasado por albañil, carpintero, colocador de pisos de machimbre, cristalero, herrero, letrista, plomero, electricista, entre otras muchas cosas que no le dejan nada de plata, pero al final valió la pena, pues tienen una casa hermosa. 

Narrador-2. Sí, hermosísima, esplendida, un portento.  La puerta de la calle quedó medio torcida, la del fondo se traba permanentemente, el piso de machimbre rechina más que cadena herrumbrada. Del fregadero de la cocina sale más agua que en un colador y no vamos a recordar que en invierno, ¡el frío se cuela por cuanta rendija tienen!

Narrador-1. ¡Bueno, Bueno! Pero lo que cuenta es la actitud, ¡ad-ti-tud! Llegó el día en que el bebe pronuncio su primera palabra que fue un esbozo paaaaaaaaaa, y ahí mismo fue sometido a un proceso de adoctrinamiento, por lo que, rápidamente, después de meses de presiones estalinistas solo repetía mamamamamamamamamamamamamamama… hasta el infinito. No saben lo que costó luego que dijera una palabra con cierta libertad de expresión.

Narrador-2. Bueno, el duendecito Mateo ha crecido unas veces entre el arrullo del viento y otras entre las ráfagas de la montaña, pero siempre rodeado de mucho pero mucho amor, dicen, que los amigos de la colina, una vez le dijeron: Todo niño viene con un pedazo de pan en la mano. 

Y, hasta ahora, se ha cumplido.  

Narrador-1. Bueno, hasta aquí el primer acto de esta obra de muchos más, esperamos celebrar junto a todos los aquí presentes en el futuro.

Narrador-2. Sí, pues. Todos han sido invitados con un propósito, el de agradecerles su papel en lo que hasta ahora hemos vivido. Muchas gracias.

 

Fin

 

El príncipe de los enanos, una pieza pro imperialista y contrarrevolucionaria

A Fidel se le hubieran caído las tres rallas de su conjunto deportivo Adidas al leer este mamarracho teatrero. Una vergüenza. Anuncia cuatro personajes y solo intervienen dos. Dos narradores, para colmo. Ni pensó, el que se llama dramaturgo, y que el autor denomina guionista. ¡Bueno, decir autor es mucho decir! Ni pensó, digo, el que escribió esta cosa, crear un coro, una voz ausente, la voz de la conciencia, un monólogo interno. No. No pensó en nada de eso. No pensó. No puede pensar. No puede crear. Está ciego. Un enano lo obnubila. No pudo pensar, ni podrá. Puso narrador-1 y narrador-2. Traduzco: narrador guión uno, narrador guión dos. ¡Qué bonito! Como si uno no podría leer de una sola vez: narradoruno, narradordos. Menosprecia al lector con ese guión, con esos dos guiones: el anterior al uno y el anterior al dos. ¡Malsano! Sin esos guiones, sabemos que el uno es el uno y el dos es el dos, ¡a los narradores me refiero!

¡Ni hablar de la ortografía! Fidel, un gran escritor, no lo habría perdonado. Fidel, un gran dramaturgo, tampoco. 50 años de radio-telenovela le dan respaldo.

Hada Roja y Duende Negro son los grandes ausentes, evidentemente dos personajes minúsculos en la historia. Quizá el que dactilografió esta pieza, seamos benevolentes, teatral, procuró darles su espacio, pero ante tantos equívocos terminó por sofocarlos, para beneplácito de los oyentes obligados. Público no eran. Eran oyentes obligados, oyentes sordos en busca de unas papas fritas, unos chisitos, unas pizzetas, unos panchitos (o hot dogs, para que sean internacionales) o una copa gratis.

El final es el colmo de la sumisión capitalista, es, indirectamente, la sumisión al poder, gilescamente, lo quiera o no el dactilógrafo. Da las gracias. ¡Los asistentes deben haber dado las gracias cuando este despropósito terminó!

Por suerte había un niño llamado Mateo que salvó la partida, dio jaque mate cuando, mucho antes que termine la obra… ¿teatral?, se durmió.

Felices sueños, Mateo!

 

 

Alejandro Gil

Atlanta, 2 de noviembre de 2009