Thursday, August 29, 2019

¿YA NADIE CREE EN NADIE? Una aproximación al héroe colectivo por Alejandro Gil




¿YA NADIE CREE EN NADIE? Una aproximación al héroe colectivo



"Siempre me fascinó la idea del Robinson Crusoe. Me lo regalaron siendo muy chico, debo haberlo leído más de veinte veces. El Eternauta, inicialmente, fue mi versión del Robinson. La soledad del hombre, rodeado, preso, no ya por el mar sino por la muerte. Tampoco el hombre solo de Robinson, sino el hombre con familia, con amigos. Por eso la partida de truco, por eso la pequeña familia que duerme en el chalet de Vicente López, ajena a la invasión que se viene. Ése fue el planteo... Lo demás... lo demás creció solo, como crece sola, creemos, la vida de cada día. Publicado en un semanario, El Eternauta se fue construyendo semana a semana. Había sí una idea general, pero la realidad concreta de cada entrega la modificaba constantemente. Aparecieron así situaciones y personajes que ni soñé al principio. Como el “Mano” y su muerte. O como el combate en River Plate. O como Franco, el tornero, que termina siendo más héroe que ninguno de los que iniciaron la historia. Ahora que lo pienso, se me ocurre que quizás por esta falta de héroe central, El Eternauta es una de mis historias que recuerdo con más placer. El héroe verdadero de El Eternauta es un héroe colectivo, un grupo humano. Refleja así, aunque sin intención previa, mi sentir íntimo: el único héroe válido es el héroe “en grupo”, nunca el héroe individual, el héroe solo."
Héctor Germán Oesterheld , prólogo de El Eternauta




En estos tiempos de agobio y angustia colectiva, donde la desesperanza crece y nos carcome el cuerpo, el espíritu, la voluntad y el accionar mismo de nuestra inteligencia para sobrevivir, debemos, sin hacernos daño, ausentarnos de nosotros mismos y constituirnos en un ser de muchos, un ser colectivo a pesar de que nos sintamos diferentes a los otros. La negación del otro, el considerarlo distinto y quizá de menor valor en nuestra valoración sobre la visión del mundo, no nos puede llevar a ningún buen lugar, el único buen puerto es donde quepamos todos y vivamos dignamente. No hay lugar, a esta altura de la historia de los pueblos, para el doloroso y mortal individualismo: o somos un todo en armoniosa orquestación, sin ofensores y ofendidos en su materialidad, o somos carne putrefacta para las aves de rapiña que siempre vuelan petulantes por los cielos etéreos de los desiertos y pantanos. No nos equivoquemos. Están muy claras las rivalidades entre sectores distintos pero bien camuflados que nos viven engañando. Los colectivos siempre somos víctimas y materia para alimentar sus calderas de odio y menosprecio: de nosotros forjan sus fortalezas y ni migas dejan caer para saciarnos. Son ellos y nada más que ellos. No hay cabida ni para el más servicial de sus esclavos y aduladores, menos para los ingénuos que esperan pertenecer a ese círculo cerrado y hereditario. La única esperanza, y no es una utopía, es ser un organismo totalizador de nuestras necesidades: ser felices, vivir bien, satisfacer nuestras necesidades, desarrollar nuestras virtudes y compartir un terreno productivo y profundo que nos valorice como seres humanos íntegros. Ese organismo armonioso se llama sociedad y sólo se conforma sana con el respeto y la valoración individual en función de un cuerpo colectivo y sabio.

Alejandro Gil
29 de agosto de 2019

Tuesday, August 20, 2019

BREVE HISTORIA DE UN LINAJE por Alejandro Gil, desde San Miguel de Tucumán



BREVE HISTORIA DE UN LINAJE

El 32% de los votantes de las PASO 2019 votó al actual gobierno que se desdibuja día a día, medida a medida. Todos sabemos a qué clase pertenece el presidente y sus socios. A esa clase, ese reducido 31% no tiene acceso, los asientos están ocupados y el linaje es preservado celosamente.
Esa casta, la poderosa, es impermeable, de paso restringido.
Tiene el poder, siempre lo tuvo, de hacer creer que la clase media puede ascender al codiciado estrato.
Pero, más persistente es la caída hacia los rangos de pobreza de esa clase que sueña o se cree pertenecer a esa esfera social indiferente hacia el prójimo.
Los argentinos, o al menos muchos argentinos de mediana educación, nos creemos superiores al resto de los latinoamericanos, salvo con los uruguayos con los que nos asimilamos semejantes.
Luego hay variados escenarios: argentinos vs. chilenos, argentinos vs. brasileños, argentinos menospreciando a bolivianos, ninguneando a paraguayos, mirando mal a los peruanos y un largo etcétera que se hace ahora bipolar con los venezolanos. La peor parte de nuestra casta de medio pelaje la reciben los centroamericanos. México es fuerte para que sólo seamos turistas.
En estos días se está diluyendo la cobertura mediática, que, como medicina prepaga, enmascaraba los actos de gobierno que eran perniciosos para la salud del país: el engañado 31% consumía su droga con un rictus más sacramental que el hacer fila en la iglesia para que les den la hostia sobre la lengua y ésta se desarme al instante convirtiendo nuestros actos despectivos hacia el otro en un perdonado acto basado en lo místico de una moneda de escuálido pan ácido que no alimenta, sino da fuerza para arremeter hasta la próxima misa.
Así de siniestros resultamos ser aunque nos creamos otra cosa, aunque muchos, a sabiendas, sepamos que somos despectivos sin ningún reparo y con teorías justificatorias que nos da el salvo conducto. Porque el que nace pobre, nace pobre. Es su destino. ¿Qué tenemos que ver nosotros con la pobreza de mi vecino si a nosotros mismos cada día nos cuesta más vivir?
No tengo la respuesta, tampoco nadie la necesita. Muchos de nosotros tenemos una alta estima de nosotros mismos. Y está muy bien. Es imposible vivir en un estado anímico de derrota permanente. Pero es necesario saber que uno no pertenece a algún sector donde no nos convidan ni un café, y, si pueden, te lo retiran de la mesa, aunque sea en tu propia casa.


Alejandro Gil
20agosto2019


Sunday, August 11, 2019

ESE JARDÍN, ESE RECTÁNGULO por Alejandro Gil



ESE JARDÍN, ESE RECTÁNGULO

ese espacio ya no tiene pertenencia
es, al desaforado,
el desquicio de las ambiciones

la sombra putrefacta de los cadáveres de unos padres,
los que no pudieron hacer, de esa parcela común, un paraíso terrenal para sus hijos

hay, quizás,
tres motivos,
ayer y hoy:

no supieron
no quisieron
no lo buscaron

hay,
también,
tres efectos:
la venganza
la codicia
ese halo comunitario, esa ilusión

Ahora,
esa no luz
nombra.
Otorga silencio
o bullicio del más pestilente.

Da polvo desatendido.

Salvo el limonero
y
sus constantes azahares
y
sus frutos
día a día generosos.

Pero es el desasosiego
un cúmulo miserable
una memoria desarticulada / matada /

Un rectángulo
Una fosa donde no crece nada
Las raíces, debajo,
sienten que se están pudriendo


Alejandro Gil
11agosto2011



Saturday, August 3, 2019

LO URGENTE Y LO NECESARIO por Alejandro Gil



LO URGENTE Y LO NECESARIO por Alejandro Gil

"Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... ¡Yo no sé!

Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte..."

CÉSAR VALLEJO



Como si Vallejo estuviera vivo y habitando la Argentina 2019.
Así es el tiempo hoy: la pesadumbre ensordecedora y maniatante de unos personajes siniestros que pretenden, y lo van logrando, aniquilar al prójimo.
Sí son éstos los heraldos negros y también la propia muerte, los verdugos: de oficio propio, mandados y a sabiendas.
No son unos ingénuos, saben lo que hacen, vinieron a hacerlo. Lo están haciendo.
Lo urgente es deponerlos. No permitirles ni un acto criminal más. Desbaratar todas sus maniobras de empobrecimiento de millones y enriquecimiento de unos cuantos cientos, de ellos mismos. Debemos alterarles la rutina de estos 44 meses, a cumplirse el día de las PASO, y que el día 10 de diciembre se retiren, con sus bolsillos llenos, pero quitándoles toda posibilidad de que sigan sumiendo en la desesperación a millones de argentinos que ya están al borde material y psíquico.
Ser paupérrimo es desequilibrante.
Es sentirse indigno de vivir. Un inhabilitado para ser feliz. No se puede, no es posible ser un ciudadano sano si el prójimo goza con tu desgracia ocasionada de ex profeso.
Hay, rotundamente, una única salida. Cualquiera que sepa leer la realidad que estamos viviendo, que la padece, sabe que el único gran logro será que Macri no siga con su siniestro plan otros cuatro años. Eso sería nuestro suicidio a corto plazo. Y la inmoralidad que heredemos a nuestra descendencia. Nos matan a nosotros, no a aquel ser distante de otro mundo lejano al nuestro, mundo que también debería importarnos pero vayamos a lo urgente: es el mundo pequeño y nuestro que este gobierno destruye. No otro.
Hay que vencerlo.
La única alternativa que poseemos es la del voto popular y este "popular" ahora somos todos los manoceados, los empobrecidos, los ninguneados para ocupar un lugar laboral en la sociedad, un lugar cultural, un lugar de dignidad como ciudadano, un lugar de consumidor para sobrevivir dignamente.
Ese voto debe ser necesariamente positivo para lograr el arribo de un gobierno que piense en el bienestar de cada uno de nosotros. Y, la alternativa, es la única que tiene posibilidades concretas: la fórmula Fernández-Fernández. (Luego tendremos tiempo de controlarlos y que hagan lo necesario para nuestro anhelo de ser felices.)
Este espacio presidencial es indispensable que gane.
El tema es nuestra provincia de Tucumán. ¿Qué Diputado Nacional necesitamos? ¿Necesitamos un político arraigado en la estructura de poder? ¿Uno impulsado por el aparato estancado que hace uso de los recursos del Estado? ¿Uno que, como saltimbanqui, va y viene, según mandato de la gobernación, apoyando al presidente de turno y negando a otro según su trama de poder? ¿Eso necesitamos para nuestro crecimiento?
No.
Estoy seguro que no. Los cargos públicos y políticos no son empleos de beneficio privado.
Una clara opción tenemos. Una opción para satisfacer nuestras expectativas de claridad, idoneidad, conocimiento, experiencia y honestidad. La opción para que se legisle sin especulación, solamente en busca del bienestar de cada uno de nosotros.
Simplemente sostengo que esa opción es José Vitar y su equipo de trabajo.
Lo votemos, es la lista 501B.
Cortá el voto de Alberto y Cristina y juntalo con el de Vitar. Y al sobre.
Es la opción para derrotar a los perversos y acomodaticios.

Alejandro Gil 


2agosto2019