POR QUÉ SE VOTA COMO SE VOTA
Una de las miradas más fuertes que hacen algunos sectores críticos es la que dice que siempre se vota el mismo esquema de políticos. Dicen y piden renovación desde una visión para el bien común. Los políticos siempre son los mismos, quizá cambian de nombre, pero el político es el mismo. Lo que absolutamente no cambia es la política. A los candidatos no les conviene que cambie la política que les da de comer a él, a su entorno, y a muchos que dependen de su cargo y que, a su vez, el político depende de sus dependientes, y aquí no importa qué tipo de persona es su dependiente, ni cuales son los manejos que hacen para asegurar la supervivencia del político de cabecera.
Todo vale. El tema es conservar la estructura, por más mínima que sea.
Aquí entra el dolor y la frustración.
Los que aman la política como un medio de cambio para sí, y para miles de desconocidos, se topan con la fea pared de las limitadas conciencias que sólo buscan su estar bien ya. Es extraño: no buscan el bienestar. Un estado extenso, para no decir eterno. El bienestar es un concepto que sólo es valedero en conjunto. Es un valor social. No creo que ningún ser humano no desee bienestar. Sabemos que el deseo es personal, egoísta, si se quiere, y valedero. Pero este bienestar, si es colectivo, si este deseo se incrementa aún más en muchas personas, nuestro deseo de bienestar y el bienestar mismo será mucho mayor y podremos seguir deseando mayores logros a nivel personal y social alo largo de nuestras vidas.
¿Por qué votamos como votamos?, aquí la pregunta se la hace la sociedad. Quizá como sociedad no nos importa plantear esa pregunta. El pacto de silencio circula por las calles, en los pasillos: "creo que sería tremendo desdibujar nuestros días", a esta aseveración se la come el diablo, y, ¿quién es el diablo?
Alejandro Gil
10junio2019
No comments:
Post a Comment