LA FOTO INVISIBLE
Estamos seguros que ella no alimenta ni sustituye las propiedades que este Estado mutila todos los días. Esas propiedades, las proteínas, las vitaminas, los minerales básicos, el calcio necesario, las aguas, los no tangibles indispensables, el hábitat, el sentirse íntegro en la sociedad.
Estamos bien seguros que entre tanta y tanta oscuridad e intentonas del Poder, seguimos nuestro ritmo, seguimos y resistimos.
Porque de eso se trata.
Al despertarnos cada día, sabemos que nos van a llegar noticias, correos, whatsapps, y las cuentas de los servicios.
Alguien habló por allí que el genocidio que vivimos no permite (intencionalmente), "que mi padre con cáncer" tenga salud. La mala alimentación y la denigración con el trabajo precarizado nos marca, nos lleva a un estado de negación social y humana.
Por alguna razón existe ella y su rúbrica diaria. No estoy hablando de una persona. Ni de la cumbia. Sí de ésta.
Quizá cuando se publique este libro, los errores gramaticales no sufran alteraciones. A mí, en este caso, no me molestan. Forman parte de su propio lenguaje. De su propia trama.
No pienso hablar más de estos poemas de Walter. Sólo léanlos.
Alejandro Gil
11 de abril de 2018
Tucumán
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