HOY TERMINAMOS DE LEER A JOHN BERGER

HOY TERMINAMOS DE LEER A JOHN BERGER 

Hoy terminamos de leer a John Berger. El libro Confabulaciones es breve. Es emocionante. Y esa emoción se comparte o se pierde en el vacío. Eso ocurre con este hombre que acostumbra desbordar las zonas seguras de él mismo y del lector. Y no hace falta ser un lector ilustrado, pero sí sensible y receptivo. Nada parece estar al azar. Todo se anuda de posta en posta en los  intensos y cortos tramos de la carrera de su decir. Porque él, sobre todo, dice. No tiene más intencionalidad que decir, nombrar, describir y anudar. Sólo esa tranquila intencionalidad posee.
Ahora veo que fue como un sueño leerlo en voz alta y grabarlo para el programa de radio que tengo. Leerlo en voz alta para que muchos escuchen su voz, nuestro pensamiento en común y nuestros sentires. Cada lectura concluía con profunda emoción en los ojos de la primera oyente y en los casados ojos del lector en voz radiante. Además de impregnarse de belleza, el lector aprendió a leer. A leerse, sin dudas.
John Berger ha manifestado sin velos lo más tangible de él. Ha sido auténtico. Y sólo dos pares de labios rumiantes pueden aprovechar tanta visión que aparta las tinieblas de este mundo insano.

Alejandro Gil
2abril2018