Thursday, October 30, 2014

La Influencia del amor en Ms. Hallyway (poesía erótica)

La Influencia del amor en Ms. Hallyway 
(poesía erótica)

Libro editado en 2013 por el Grupo Editor Como un ají

Ilustraciones: Inés González (artísta tucumana residente en España)

Pedidos: alejandrogil4@yahoo.es



Tapa y contratapa del libro La influencia del amor en Ms. Hallyway.
Diseño: A. Gil
Dibujos: Inés González


Crítica sobre el libro 
para su edición en audio-libro



Del poeta Alejandro Gil hemos seleccionado para esta antología, su libro inédito “La influencia del amor en Ms. Hallyway”. 

Sucederá aquí, que al intentar hablar de este poeta debería yo imponerme la difícil tarea de diseccionar la vida de la obra. No lo haré, sin embargo. Hacerlo sería un crimen. Porque la poesía no es en Gil una suspensión de la realidad, sino una expansión natural de esta. El autor habita el mundo poéticamente. La poesía es para él un continuo reelaborarse que vitaliza, en consecuencia, todo lo que toca, mira y percibe. Inclusive a sí mismo. Cualquier posible monotonía, anquilosamiento, quietud sensitiva y experimental sería para él como el comienzo de la muerte. Es preciso, sostiene Gil, que el poeta cambie con el tiempo; pues si su poesía no cambia es señal de que algo raro está pasando. Se impone para sí la tarea de reinventarse. Y para ello es preciso que ni las búsquedas, ni los hallazgos cesen. 

En esa línea de acción, forma y contenido han de caminar de la mano. En ambos, la experimentación ha de ser posible. Necesaria. De la combinación de fondo y forma emerge la buena poesía. El poeta reivindica el poder de las palabras sencillas, sin pompas altisonantes. Aspira, pretende, sueña que la poesía sea aprehendida por el hombre. Por eso propende a su máxima accesibilidad semántica; aún a sabiendas de que mil sentidos estallarán inevitablemente. No lo niega. Sabe que la sencillez no se contradice con la complejidad. Sabe que la sencillez es la llave que abre la puerta de los espíritus sensibles. Gil prefigura y potencia una poesía capaz de responder por sí misma. De ahí el deliberado soslayo de la intertextualidad, en la que la legitimidad se busca fuera del texto, en otro texto. Un buen poema es como un hijo que, llegado un cierto tiempo, es capaz de valerse por sí mismo; más allá de la égida de su padre. No es el sentimentalismo el objetivo ni el tono perseguido por la poesía de Alejandro Gil. Tampoco una exaltación fanática de la inteligencia. “La poesía es inteligencia y búsqueda de la belleza”, sostiene. Y para tal fin, es preciso que una base de autenticidad, entrega y desposeimiento estén presentes en el proceso de creación. Gil proclama la inexistencia de la metáfora. Pero he aquí que esta supuesta inexistencia es, en sí misma, una metáfora. La metáfora no existe como suceso externo al poeta. 

Es una experiencia endógena. El poeta mira metafóricamente el mundo que lo circunda; y su poesía es la transcripción de eso que mira. Como un vidente, como un médium que ve -esa es su gracia- en la superficie de las cosas el profundo sentido que allí anida; el poeta decodifica con palabras concretas el universo prosaico, en el que nada pareciera trascender. La humanidad necesita imperiosamente de esa videncia. Sin el poeta, el mundo no es más que un insulso sucederse de acontecimientos lógicamente causados, en los que la única certeza es la de la muerte. Hay en los poemas que hemos elegido, un erotismo conceptual, resultante de explorar -como si de un paneo vertical se tratara- el cuerpo erizado de una mujer. Cada verso encabalgado es un centímetro que desciende por la fémina. 

Pero es la voluptuosidad de la mirada, el erotizador más potente. Cada minucioso centímetro de ese cuerpo adquiere, por el imperio de la palabra que lo nombra, una vitalidad que lo vuelve autónomo, dotado de una vida de cuello, hombros, pechos… Sin embargo, es en la síntesis holística de ese cuerpo donde se cuecen las habas del deseo. El poeta mira; y es así como despoja al mundo de sus velos inmediatos. Mira. Y mirar es reconocer fuerza vital, allí donde todos consienten en hallar solo materia inanimada. 


María Belén Aguirre 
*Reseña perteneciente a "AUTORES Y/O TEXTOS INÉDITOS POR SÍ MISMOS. Otra antología", audio-libro editado por Biblioteca Parlante Haroldo Conti y Peras de Olmo- Ars continua, 2011.



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