Ladies and gentlemen!
Welcome to Life!
Welcome to Life Refill Center!
For English, press one
Para español, oprima dos
Dos
Para confirmar, la vida que usted
desea recargar es:
la de Juan Pérez,
nacido en cualquier parte
de ascendencia hispana
pero no reconocido por los españoles
mitad italiano y con algo de sirio
pero ignorado por ambas partes,
varado en el mundo,
código de autorización para vivir: 16.933.292
Si esto es correcto, oprima uno
Si es incorrecto, marque el nueve
Nueve
Por favor, marque los 8 dígitos
del código de autorización para vivir
que usted quiere recargar:
pi.pi.pi.pi.pi.pi
16.933.292
Lo sentimos, ése no es un
código de autorización para vivir válido.
Por favor, intente nuevamente.
tu-tu-tu-tuuuu
Ladies and gentlemen!
Welcome to Life!
Welcome to Life Refill Center!
For English, press one
Para español, marque dos
Dos
Por favor marque los 8 dígitos
de su código de autorización para vivir,
finalizando con el símbolo de número:
16.933.292 numeral
Gracias por usar nuestro sistema
automatizado de
recarga de vida.
Lo sentimos mucho,
pero en este momento
no podemos acceder a su cuenta.
Por favor, intente nuevamente
más tarde.
tu-tu-tu-tuuuuu
Ladies and gentlemen!
Welcome to Life!
Welcome to Life Refill Center!
For English, press one
Para español, diga español o marque dos
Español!...
For English, press one
Para español, diga español o marque dos
Español!...
For English…
Dos!!!
Gracias por elegir nuestro centro
de recarga de vida.
Por favor, ingrese los 16 dígitos
de su código de autorización para vivir:
16.933.292
Usted ingresó 16.933.292
si esto es correcto, diga sí, o marque uno
Sí!
Lo sentimos, con este código de
autorización para vivir de 8 dígitos
solo le queda media vida para vivir
y no estamos autorizados para
efectuar ninguna recarga.
Para otras opciones marque Dios.
Adiós.
Alejandro Gil
Me alegro que hayas colgado este poema, tuve el placer de leerlo cuándo me lo enviaste.
ReplyDeleteSiga nomás, siga.
Un abrazo
Hermoso y amargo pero vital poema, Alejandro. Los contestadores automáticos, además de, por lo visto, no reconocer la eñe, nunca tienen las raspuestas a lo que quisieramos que nos respondieran. Pero es igual, acaso Dios tampoco y aquí estamos.
ReplyDeleteMe alegro de que Ines me haya puesto en contacto con tu blog. Es todo un hallazgo.
He de decir que había leido el primero y dejé pendiente una larga contestación que al final no pudo ser pero que se resume en que me pareció un recorrido extraordinariamente rico en sugerencias y emociones en el que Atlanta no es solo metáfora sino también aventura carnal y despiadada.
Gracias amigo por estos corazonados poemas.
Un gran abrazo.
Gracias, Manolotel!!! Es gratificante leerte!!! Voy a seguir subiendo cosas... Lo bueno sería saber quién sos!!! Un abrazo!!!
ReplyDelete