PERDIDO EN ATLANTA
Toda la noche tuve una tremenda pesadilla!!! Fui a Atlanta y, al llegar, la abuela Carmen me pidió que le haga un trámite, me fueron a recibir en el aeropuerto con la Lulú. Quedamos en que luego nos encontrábamos en la calle Peechtree esquina otra arteria. Fui a hacer el trámite caminando, en bus, trenes... y me perdí en las zonas suburbanas de Atlanta, lejos del centro/downton. Estuve horas perdido. Caminando por esas rutas/calles de Atlanta. Cada vez más lejos del subte. Muy lejos de la ciudad. Ni veía los rascacielos!!! Preguntaba a la gente cómo llegar al sistema de transporte MARTA, y nadie me sabía indicar. Hablé con latinos, coreanos que sabían español, algunos. Me metí a una construcción espantosa donde había oficinas ruinosas. Tenía hambre, ya había anochecido. Antes, me encontré con un conocido, era argentino, me dio 5 dólares en monedas, yo no tenía ni uno, solo 3 billetes de cien pesos argentinos. Su amiga, una latina que evidentemente vivía hace mucho en EEUU, me miró con desprecio. Antes de esto me encontré también con otro latino que había conocido cuando yo vivía en Atlanta, me miró extrañado, dijo: sí, te recuerdo, nos vimos alguna vez, no me supo indicar como ir hacia el downtow. Se fue.
Seguí perdido y desolado. Caminé y caminé. Con mi celular no podía encontrar el contacto de algún familiar en Atlanta. Desesperaba. En esas oficinas abandonadas, encontré una puerta abierta. Entré. Estaba muerto de hambre. Yo llevaba un bolsa de plástico blanca con un corazón de vaca. Prendí la estufa, así le dicen allí a la cocina, y comencé a asar un bife de corazón. Llegó el dueño de la oficina, un americano marginal que fue amable conmigo. No se enojó al verme, me comprendió. Era alto, tes oscura, flaco, pelilargo, algo rockero. No salí de ese lugar.
Alejandro Gil
9 de febrero 2023
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