HONRAR LA MEMORIA CON POESÍA
Por Alejandro Gil
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MEMORIA 1: Tenía doce años cuando un día me desperté para ir al colegio y me dijeron que no había clases. Uno de mis hermanos se maquillaba en el espejo del hall central de la casa al ritmo de música sacra que pasaban por la radio. Esta escena quedó en mi memoria.
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MEMORIA 2: Habían habido imágenes anteriores: enfrentamientos en la avenida Juan B. Justo, un chico de 14 años fue impactado por una cápsula de gas lacrimógeno. Él solo miraba el atropello. La marca roja en su pecho quedó en mi memoria.
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MEMORIA 3: Había algo extraño, era adolescente. Un par de vecinos volvieron esqueléticos. Había habido barricadas en el centro, en las avenidas. Había insatisfacción. De poder ir a la escuela en jeans desflecados, pasamos al pantalón gris y corbata dentro del cuello de una camisa blanca. Nuestro pelo debía estar a dos centímetros del cuello. En tercer año de la secundaria tenía un profesor de derecho al que le decíamos Videla (era muy parecido), pero él era democrático.
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MEMORIA 4: Había algo extraño. Sólo gozábamos yendo, unos años después, a los recitales de rock. Había oxígeno allí. En Baires nos paraban por cruzar la calle en rojo y nos palpaban de armas. Pero no les importaba, pienso ahora, matar y desaparecer tanta gente, que supe después.
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MEMORIA 5: Seis años después empecé a escribir poesía. No sirvió de nada para reparar el dolor. Me dije: hago memoria.
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MEMORIA 6: Escribí.
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MEMORIA 7: Después de muchas marchas me veo repartiendo volantes de poesías desde 1988 hasta siempre. ¿Qué hago con lo que hago? ¡Poesía! ¿Qué hace la poesía con la Memoria? Vive.
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MEMORIA 8:
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disparos
(a 38 años del golpe de Estado cívico militar en Argentina)
1
Que la luna
se haya posado
sobre el monte
habla que ella
es guía
y sol
en las oscuras
alturas
2
La rama
azota mi rostro.
Alguien camina
delante.
No lo veo
pero sigo.
No lo sigo,
aunque no
me desvíe
de sus huellas.
3
Azul es la humedad
de entre los árboles.
Exhala bosque
su aliento.
Yo me pierdo
y me encuentro
y chupo musgos
crecidos en las cortezas.
4
Con una cuña
busco sed
y justicia.
La sed es mía,
la justicia
es no morirme
de sombras.
5
Quizá la leche
del gomero
me pegotee
las manos,
pero es su savia
y estoy feliz.
Solo muero
cuando la savia
del hombre
se derrama.
6
No hay referencias,
la muerte de un alma
no se parece
a ninguna.
La Historia, aquí,
se resquebraja en
infinitas partes.
7
La historia enmudecida
en algún momento brilla.
8
Soy la mitad
de lo que podría
haber sido.
Me talaron los
maestros.
9
Cuando yo me
despeinaba,
ellos ya habrían
asumido la elegancia,
la hipócrita o
la audaz.
10
Si el monte
hubiera levantado
sus faldas,
habrían salido
alegres gnomos
armados hasta los dientes
de felicidad.
11
El pedemonte,
todo abierto,
sembrado de fresas,
tras esas pisadas,
hubiera sido mermelada
y dulzor.
12
Me sigue una sombra,
en lo posible,
a diario, la eludo.
Pero cuando me
asumo, me planto
y le digo: Basta!
13
Quién es? No sé.
Son muchos, lo sé.
Y estoy buscando
el modo de que
cumplan sus condenas.
14
Están libres aún
y se disfrazan
de mil formas.
No tienen pasado,
algunos, otros sí,
otros no lo saben.
Yo los detecto,
hayan participado o no
en el horror.
15
La maravilla del sol
sobre el monte
me dice
que la cópula de la vida
puede más que la estaca
de la muerte.
La luna
también festeja esto.
alejandro gil
A minutos del comienzo del día 24 de marzo de 2010, Atlanta
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MEMORIA 9: Quedan muchos días de la Memoria, muchos días por delante, habrán más poesías repartidas por las calles, como hubo en tantos años. A gente que nunca espera recibir un poema los atrapamos de sorpresa, le damos arte, memoria y belleza. Y todo el suceso es poesía: entregar el poema mano a mano, las reacciones, los gestos, la actitud corporal de todos.
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MEMORIA 10: Estamos en Tucumán: ¿tiene memoria?:
al jardín de la república
(o cómo nos cambia la vida)
lo que sé
es navegar
de espaldas
al pantano
sin querer
echo raíces
y me pudro
sin querer
me da el sol
y me incendio
de arriba
y de abajo
es igual
medio cuerpo
al infierno
y
el
otro,
y
el
otro,
también
alejandro gil
.
MEMORIA 11:
Baraja aja
(24 de marzo de 1996)
baraja aja
la memoria
de llegar a esta fecha sin embargo
baraja aja
la timba
con lo que vivimos,
20 años
baraja aja
los discursos
baraja aja
antojadizos los ojos
baraja aja
la tinta
poblada de tumbas y timba
timba
la bandera
tumba
la sangre
timba y tumba
la palabra
no olvidar hacer tumba
para enterrar a la timba
enterrar los ascensos
y descender a la tumba
los ojos de los timbas
baraja aja
la memoria
timba
de estos años
baraja y timba tumba
baraja la tumba
en tantas manos
alejandro gil
24 de marzo de 1976
24 de marzo de 1996
24 de marzo de 2006
24 de marzo de 2010/11
2014
2021
ALEJANDRO GIL
artículo para una revista
que salió en 2014
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