Friday, March 19, 2021

HONRAR LA MEMORIA CON POESÍA

 



HONRAR LA MEMORIA CON POESÍA 

Por Alejandro Gil

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MEMORIA 1: Tenía doce años cuando un día me desperté para ir al colegio y me dijeron que no había clases. Uno de mis hermanos se maquillaba en el espejo del hall central de la casa al ritmo de música sacra que pasaban por la radio. Esta escena quedó en mi memoria.

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MEMORIA 2: Habían habido imágenes anteriores: enfrentamientos en la avenida Juan B. Justo, un chico de 14 años fue impactado por una cápsula de gas lacrimógeno. Él solo miraba el atropello. La marca roja en su pecho quedó en mi memoria.

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MEMORIA 3: Había algo extraño, era adolescente. Un par de vecinos volvieron esqueléticos. Había habido barricadas en el centro, en las avenidas. Había insatisfacción. De poder ir a la escuela en jeans desflecados, pasamos al pantalón gris y corbata dentro del cuello de una camisa blanca. Nuestro pelo debía estar a dos centímetros del cuello. En tercer año de la secundaria tenía un profesor de derecho al que le decíamos Videla (era muy parecido), pero él era democrático. 

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MEMORIA 4: Había algo extraño. Sólo gozábamos yendo, unos años después, a los recitales de rock. Había oxígeno allí. En Baires nos paraban por cruzar la calle en rojo y nos palpaban de armas. Pero no les importaba, pienso ahora, matar y desaparecer tanta gente, que supe después.

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MEMORIA 5: Seis años después empecé a escribir poesía. No sirvió de nada para reparar el dolor. Me dije: hago memoria. 

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MEMORIA 6: Escribí.

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MEMORIA 7: Después de muchas marchas me veo repartiendo volantes de poesías desde 1988 hasta siempre. ¿Qué hago con lo que hago? ¡Poesía! ¿Qué hace la poesía con la Memoria? Vive.

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MEMORIA 8:

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disparos

(a 38 años del golpe de Estado cívico militar en Argentina)

1

Que la luna 

se haya posado

sobre el monte

habla que ella

es guía

y sol

en las oscuras

alturas

2

La rama 

azota mi rostro.

Alguien camina 

delante.

No lo veo

pero sigo.

No lo sigo,

aunque no

me desvíe

de sus huellas.

3

Azul es la humedad

de entre los árboles.

Exhala bosque

su aliento.

Yo me pierdo

y me encuentro

y chupo musgos

crecidos en las cortezas.

4

Con una cuña

busco sed

y justicia.

La sed es mía,

la justicia

es no morirme

de sombras.

5

Quizá la leche 

del gomero

me pegotee

las manos,

pero es su savia

y estoy feliz.

Solo muero

cuando la savia

del hombre

se derrama.

6

No hay referencias,

la muerte de un alma

no se parece

a ninguna.

La Historia, aquí,

se resquebraja en

infinitas partes.

7

La historia enmudecida

en algún momento brilla.

8

Soy la mitad

de lo que podría

haber sido.

Me talaron los

maestros.

9

Cuando yo me 

despeinaba,

ellos ya habrían

asumido la elegancia,

la hipócrita o

la audaz.

10

Si el monte

hubiera levantado

sus faldas,

habrían salido

alegres gnomos

armados hasta los dientes

de felicidad.

11

El pedemonte,

todo abierto,

sembrado de fresas,

tras esas pisadas,

hubiera sido mermelada

y dulzor.

12

Me sigue una sombra,

en lo posible,

a diario, la eludo.

Pero cuando me

asumo, me planto

y le digo: Basta!

13

Quién es? No sé.

Son muchos, lo sé.

Y estoy buscando

el modo de que

cumplan sus condenas.

14

Están libres aún

y se disfrazan

de mil formas.

No tienen pasado,

algunos, otros sí,

otros no lo saben.

Yo los detecto,

hayan participado o no

en el horror.

15

La maravilla del sol

sobre el monte

me dice

que la cópula de la vida

puede más que la estaca

de la muerte.

La luna 

también festeja esto.


alejandro gil

A minutos del comienzo del día 24 de marzo de 2010, Atlanta

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MEMORIA 9: Quedan muchos días de la Memoria, muchos días por delante, habrán más poesías repartidas por las calles, como hubo en tantos años. A gente que nunca espera recibir un poema los atrapamos de sorpresa, le damos arte, memoria y belleza. Y todo el suceso es poesía: entregar el poema mano a mano, las reacciones, los gestos, la actitud corporal de todos.

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MEMORIA 10: Estamos en Tucumán: ¿tiene memoria?:


al jardín de la república

(o cómo nos cambia la vida)


lo que sé

es navegar

de espaldas

al pantano


sin querer

echo raíces

y me pudro

sin querer

me da el sol

y me incendio


de arriba

y de abajo

es igual


medio cuerpo

al infierno

y

el

otro,

y

el

otro,

también


alejandro gil

.

MEMORIA 11:


Baraja aja

(24 de marzo de 1996)


baraja aja

la memoria

de llegar a esta fecha sin embargo


baraja aja

la timba

con lo que vivimos,

20 años


baraja aja

los discursos

baraja aja

antojadizos los ojos


baraja aja

la tinta

poblada de tumbas y timba

timba

la bandera

tumba

la sangre

timba y tumba

la palabra


no olvidar hacer tumba

para enterrar a la timba

enterrar los ascensos

y descender a la tumba

los ojos de los timbas


baraja aja

la memoria

timba

de estos años

baraja y timba tumba

baraja la tumba

en tantas manos


alejandro gil

24 de marzo de 1976

24 de marzo de 1996

24 de marzo de 2006

24 de marzo de 2010/11

2014

2021



ALEJANDRO GIL

artículo para una revista 

que salió en 2014

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