Thursday, July 22, 2010

HAMBRE (in extenso)

Hoy compré una rosa y me comí todos sus pétalos por no poder dártelos todos juntos en un beso.

El teatro estaba lleno, había gente de pie; la única butaca vacía estaba a mi lado, nadie la advertía o estabas vos en presencia sagrada.

Las caras del teatro, esos dos rostros, el risueño y el triste, te miraban. Ellas, también, invirtieron sus gestos.

Salí. Y la mesa del café tenía una silla en la que era imposible sentarse. Estaba junto a mí, y yo sonreía en cada intento.

En las veredas rotas, de baldosas sueltas que saltan, yo elegía esa zona para transitar. A mi lado, las baldosas firmes y sanas flotaban y se reafirmaban al compás de tus pasos que nadie veía.

La cama mía estaba fluorescente. Me acosté. Y esa luz iridiscente me abrazó. Hicimos el amor sin que el mundo se despierte.

Apreté el tallo de la rosa con mis manos, las espinas se incrustaron. De mí brotó sangre que, en segundos, formaron tus ojos.


Alejandro Gil

No comments:

Post a Comment