ALCOHOL EN GIL
FOR EVER
Al comprar un
atomizador esta mañana
me di cuenta
que uno en uno
no es nadie
y menos aún si
el otro no está
y viceversa
Salí bajo las
nubes y volví bajo el sol,
dije que la
ausencia y la distancia
el tropiezo y
la fatiga
el mutismo y la
sordera
el tantear con
el bastón blanco
y el levantar
las heces de los perros de las veredas
no eran
suficientes
porque cuando
veo al mundo,
a una parte del
mundo en realidad,
luchar por el
planeta a viva voz,
me alegro;
cuando veo la
lucha sin descanso,
y por ahora aún
derrotada,
contra la
violencia de género y de razas,
de pobres y
marginales,
de olvidados y
ninguneados,
abandonados a
su suerte
por una máquina
de poder,
perfectamente
orquestada,
lo sé y lo
entiendo:
es el deseo
perverso de los humanos
que hacen
bellas aguas cristalinas gracias a la hipocresía enmascarada.
Tardamos en
darnos cuenta
y, los que se
dan cuenta,
operan para el
disimulo
Hay olas de ellos
y de ellas
Y hay olas en
todas las diversidades.
Nadie pretende
sino salvarse,
tener razón,
ejercer un
mínimo poder
hasta en los
temas más triviales
Si hablamos de
cuerpos
también
hablamos de manos
de mentes y sus
caminos
de sentidos y
sentimientos
de arrebatos
conscientes e inconscientes.
Hablamos de lo
siniestro.
Del uso
necesario de un líquido
aún no
inventado que caiga como bruma
sin que nos
demos cuenta
y nos salve de
nosotros mismos
y seamos otros
con el otro
Alejandro Gil
Febrero 17/2021